Conocer las posibilidades del montaje es fundamental para todo realizador y editor de video, en la gran mayoría de los casos se concibe desde la preproducción y se concreta en la postproducción, pero es mucho más que simplemente generar continuidad o coherencia entre las tomas. Muchos autores a lo largo de los años han teorizado sobre las posibilidades del montaje, cómo las imágenes y los sonidos se conjugan y combinan entre sí y cómo afectan al espectador. Ya que los teóricos y clasificaciones son variados, vamos a ver cuáles son los principales. Aclaremos que si bien son formas principalmente utilizadas dentro del cine, también son perfectamente válidas para el montaje de cualquier otro tipo de video, de hecho algunos de estos tipos de montaje se utilizan hábilmente en las publicidades para generar un determinado efecto en el potencial consumidor.

Vamos a ver primero los tipos de montaje que (si bien pueden serlo) no son formas necesariamente válidas para la totalidad de la duración de un video, sino que suelen utilizarse sólo durante determinados fragmentos o secuencias con el fin de lograr un efecto puntual. Sin más preámbulo, estos son los principales tipos de montaje que podemos encontrar entre 2 o más tomas:

 

Montaje por acción

También es llamado montaje por movimiento o montaje por continuidad. Se genera dentro de una misma escena, necesitamos tener el mismo gesto o movimiento presente en los 2 planos y es preferible que la composición entre las distintas tomas no varíe demasiado. Ambos planos deben tener una continuidad que esté acompañada no solo por las acciones sino también por el sonido. Hay que tener en cuenta por qué se elige cortar, teniendo en cuenta qué información nueva se brinda o qué genera en el espectador cada uno de los 2 planos de manera individual. 

En este tipo de montaje simplemente realizamos el corte entre ambas tomas a mitad de la acción, si por ejemplo tuviésemos a un hombre contestando un teléfono y pasáramos de un encuadre abierto a uno más cerrado para ver mejor sus expresiones, el corte debería realizarse cuando el brazo que levanta el teléfono se encuentre aproximadamente a mitad de camino y en pleno movimiento. También se puede aplicar a gestos más pequeños y sutiles como por ejemplo el girar la cabeza. Esto nos da un resultado fluido y natural, con un corte disfrazado y muy utilizado en escenas que requieren dinamismo y acción.

Ejemplos de esto se puede ver continuamente en la siguiente escena de baile de Scott Pigrim vs. The world, en el montaje se introduce un nuevo corte en casi todos los momentos en los que uno de los personajes hace un nuevo paso de baile.

Montaje por posición en pantalla

Se lo conoce también bajo el nombre de montaje direccional o de colocación. La composición del encuadre juega un rol fundamental, ya que a través de los objetos y personajes se guía la visión del espectador, sea manteniéndolos todos en una misma zona del cuadro o moviéndolos de un sector a otro, pero nunca mediante saltos. Es decir que si el punto de interés para el espectador está (por ejemplo) a derecha de cuadro, pero en la siguiente toma queremos que esté a izquierda utilizando este tipo de montaje, vamos a necesitar guiar la mirada del espectador haciendo que éste vea el movimiento del personaje u objeto donde cambia de posición en el encuadre. Es uno de los tipos de montaje que más preparación previa requiere, ya que sólo puede darse si se filmó previamente con las consideraciones necesarias.

En este caso, la atención se mantiene en el centro del cuadro la mayor parte del tiempo y cuando cambia de posición es mediante el movimiento de los personajes, pero siempre guiando la mirada del espectador con los elementos del cuadro. 

Montaje formal

En este caso debemos tener 2 claros puntos de interés bien definidos en cada una de las tomas, donde la composición del cuadro, el peso de los objetos dentro del mismo y su forma deberían ser muy similares. Suele utilizarse como transición entre distintas escenas y con el sonido se refuerza la unión entre los dos planos utilizados. Lo podemos ver en Buscando a Nemo, con el cambio presente entre Nemo y la luna, momentos antes de los créditos. 

Montaje conceptual

Se lo puede encontrar también bajo el nombre de montaje dinámico o de ideas. Los elementos que pueden conectar ambas tomas son varios, pero el factor principal a tener en cuenta es su función de provocar una sugestión en el espectador, hacer que éste haga una relación metafórica entre ambas imágenes para llegar a un nuevo concepto o información. Algunos de los ejemplos que más se han utilizado son el de vincular la imagen del fuego con un sentimiento pasional o también (con el montaje adecuado) un tren pasando por un túnel se puede transformar en una metáfora de penetración sexual tal y como se ve en la última toma de North by Northwest:

Montaje combinado

Este montaje es bastante simple de entender pero difícil de realizar, combina 2 o más de los tipos de montaje anteriormente mencionados en un mismo corte. Por esto mismo suele tener un efecto muy fuerte y notorio, pero coordinar todos los elementos correctamente para un buen montaje combinado no es sencillo.

A partir de este punto, en lugar de limitarse a unir sólo dos o un poco más de tomas como en los casos citados con antelación, los siguientes tipos de montaje suelen aplicarse a una forma narrativa más amplia, que puede abarcar desde una escena, pasando por una secuencia, hasta la estructuración entera del producto.
En el próximo ejemplo combina la posición en pantalla al ubicarlo todo en el centro del cuadro, montaje por acción al cruzar personas delante de cámara y montaje formal al ubicar los objetos de las 2 tomas de forma casi idéntica. (Segundo 00:39)

Montaje clásico

Conocido también por el nombre de montaje narrativo, este tipo de montaje es el más básico y tradicional. Narra buscando exponer los hechos, lo puede hacer de manera cronológica o haciendo saltos hacia el futuro (flashforwards) y/o hacia el pasado (flashbacks y raccontos), pero siempre con el objetivo de crear una estructura en base a la narrativa de lo que acontece en la historia, donde los hechos son la prioridad.

En el videoclip de Jennifer Lopez, la narración es bastante convencional y la narrativa o lo estilístico no cobran una importancia mayor

Montaje ideológico

También se lo puede llamar montaje intelectual. Se utilizan las emociones como medio para regir el criterio del montaje, se apela a generar una determinada sensación o idea en el espectador a través de la utilización de símbolos, gestos, etc. Un breve y clásico ejemplo es el fundido que se hace entre la toma de las ovejas y los trabajadores saliendo de la fábrica en Modern Times, así se genera la idea concreta de que los trabajadores son (en algún punto) similares a un rebaño:

Otro ejemplo pero más actual se ve presente en el siguiente videoclip.  Las imágenes inducen de manera clara una situación y apelan al aspecto emocional, las gotas de agua cayendo en ese contexto se asocian fácilmente con lágrimas y presentan situaciones con las que el espectador puede relacionarse.

Montaje creativo o abstracto

Las tomas se ordenan sin seguir una cronología determinada, se concibe como una operación nueva y diferente. Por esto su función no es la de narrar hechos, sino de lograr un resultado final que refleje la coherencia, ritmo, acción y belleza de la totalidad de la obra.

Montaje expresivo

En este caso las acciones guían el ritmo y velocidad del montaje, por tanto, como cada tipo de historia suele tener un ritmo característico, generalmente resulta en un montaje lento en las historias de drama o de suspenso, pero rápido para el género de aventuras o acción.

Montaje métrico

Esta técnica de montaje se rige por la longitud de los fragmentos, se crea una secuencia o unidad donde varias de las tomas tienen una determinada duración y relación proporcional entre ellas, se prioriza el conjunto de tomas por sobre su valor individual. Por ejemplo, si como un conjunto tenemos dos tomas de 1 segundo y una toma de 3 segundos, en caso de querer dilatar este tiempo el doble, se deberán mantener las proporciones, por lo que quedarían dos tomas de 2 segundos y una toma de 6 segundos. Este montaje, además, se adecúa para estar en concordancia con la música para lograr un resultado más plástico o estético. En el siguiente ejemplo se puede ver en el minutos 1:48.

Montaje rítmico

En este caso también se prioriza el montaje en base a la duración de las tomas, pero esta vez generando un ritmo dentro del o los encuadres, valiéndose del movimiento de los personajes u objetos que estén frente a cámara. Generalmente una toma larga desembocará en un ritmo lento y en una sensación de quietud, mientras que tomas cortas harán que el tiempo se perciba como más rápido y dinámico.

Montaje poético

Busca como función principal la expresividad, así es como las imágenes y el sonido actúan en conjunto para concretar la intención del realizador. Estos casos no se suelen guiar por convenciones narrativas, al no buscar necesariamente contar algo concreto ni necesitar estar dentro de una misma escena ni basarse en un personaje, se toma las libertades necesarias para buscar generar el efecto deseado en el espectador.

A través de los distintos tipos de montaje vemos que, más allá de generar una simple continuidad, estas técnicas consisten en generar un concepto determinado a partir de la unión de tomas. Pueden ser utilizados solo para agregar un poco de información o para generar una idea completamente nueva, pero cada montaje responde a una determinada necesidad y efecto que se busca obtener. En esencia estas son las posibilidades principales que definen no solo el concepto de montaje, sino la riqueza de cualquier relato audiovisual y uno de los puntos más distintivos y característicos que distinguen a esta disciplina respecto de las otras artes.

Cuarto Enfoque
ENVIAR